En la mitología griega, Chronos (en griego antiguo Χρόνος Khrónos, ‘tiempo’; en latín Chronus) era la personificación del tiempo, según se dice en las obras filosóficas presocráticas. También se le llamaba Eón o Aión (Αίών, ‘tiempo eterno’).
En los mitos griegos, Chronos era el dios de las Edades (desde la Dorada hasta la de Bronce) y del zodiaco. Surgió al principio de los tiempos formado por sí mismo como un ser incorpóreo y serpentino con tres cabezas: de hombre, de toro y de león. Se entrelazó con su compañera Ananké (la Inevitabilidad) en una espiral en torno al huevo primigenio y lo separó, formando el universo ordenado de la tierra, el mar y el cielo.
Chronos permaneció como el dios remoto e incorpóreo del tiempo que rodeaba el universo, conduciendo la rotación de los cielos y el eterno paso del tiempo. Ocasionalmente se aparecía a Zeus con la forma de un hombre anciano de largos cabellos y barba blancos, pero la mayor parte del tiempo permanecía como una fuerza más allá del alcance y el poder de los dioses más jóvenes.
En la tradición órfica, Chronos era hijo de Gea o bien de Hydros (el Océano primigenio) y Thesis (la primigenia Tethys). Junto con Ananké, era padre de Caos, Éter y Érebo o Fanes. Otras fuentes afirman que era padre de las Horas y, con Nix, de Hemera.
En los mosaicos grecorromanos era representado como un hombre girando la rueda zodiacal.
En los mitos griegos, Chronos era el dios de las Edades (desde la Dorada hasta la de Bronce) y del zodiaco. Surgió al principio de los tiempos formado por sí mismo como un ser incorpóreo y serpentino con tres cabezas: de hombre, de toro y de león. Se entrelazó con su compañera Ananké (la Inevitabilidad) en una espiral en torno al huevo primigenio y lo separó, formando el universo ordenado de la tierra, el mar y el cielo.
Chronos permaneció como el dios remoto e incorpóreo del tiempo que rodeaba el universo, conduciendo la rotación de los cielos y el eterno paso del tiempo. Ocasionalmente se aparecía a Zeus con la forma de un hombre anciano de largos cabellos y barba blancos, pero la mayor parte del tiempo permanecía como una fuerza más allá del alcance y el poder de los dioses más jóvenes.
En la tradición órfica, Chronos era hijo de Gea o bien de Hydros (el Océano primigenio) y Thesis (la primigenia Tethys). Junto con Ananké, era padre de Caos, Éter y Érebo o Fanes. Otras fuentes afirman que era padre de las Horas y, con Nix, de Hemera.
En los mosaicos grecorromanos era representado como un hombre girando la rueda zodiacal.
8 comentarios:
Y lo de enmedio es lo que importa.
nunca el tiempo es perdido....
el tiempo pasa,
y sigo andando sin tener
ningún lugar donde dejar,
las hojas secas de la fe...
....
hay un lugar donde las hojas secas de la fe se pueden dejar, en ese lugar ya se secaron otras hojas que el viento se las llevo, ahora el viento, si le trae hojas secas de fe ya no sera un lugar cualquiera, será el cielo, llevalas...
cierto, porque hasta en la más profunda oscuridad puede haber luz, verdad? sólo hay que poder verla...
Gracias.
¿Y quien controla el viento que lleva las hojas secas?
El amor mv.
...y sigo andando sin tener
ningún lugar donde dejar,
las hojas secas de la fe...
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