viernes, 21 de febrero de 2014

Montaba sobre un caballo de fuego…
…y cabalgaba sobre galaxias a gran velocidad, lazando planetas y arreando estrellas y pequeñas y juguetonas novas hacia su corral el universo. Era el héroe del tiempo, era el encargado cuidar el nacimiento de nuevos soles, de traer la vida a todos lados.

Fui un gran vaquero, marcaba los distintos destinos con el sello que me diese la gana, hasta que un día marqué equívocamente una galaxia con el sello de un planeta y ya no fui más un vaquero.
Había sido expulsado de mi actividad de un segundo a otro, ya no era más un héroe, de hecho, ni siquiera recordaba quien había sido antes. Ahora vivía como un simple campesino que plantaba cebollas en una tierra árida con una cuchara en una mano y un gotero seco en la otra, sin mucho futuro, donde casi moría de hambre a diario, vivía solo. Aunque a veces despertaba con todos mis familiares, pero lo olvidaba sin saberlo.

Así pasaron los años en tres segundos, en un instante ya no era el mismo, no tenia cuerpo ni alma ni color ni presencia, estaba en todos lados y en ningún lugar, hasta que de nuevo a momentos fui un vaquero y a momentos un granjero, siempre ambos, nunca uno u otro.
ohne gott

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